Autor: Ichiro Kishimi - Fumitake Koga
Género: Autoayuda
Editorial: Zenith
Edición en español 22 enero 2019
Nº de páginas: 272 páginas
Entendiendo que nuestras experiencias de lectura son influenciadas por el momento en el que estemos, --a mí me pasa-. Este libro me ha dejado pozo, y en gran medida es porque me llego en un momento de la vida en la que me hacía falta. Si ya has revisado otras reseñas sobre el mismo, sabrás que trata sobre la psicología que plantea Adler y que la historia se hila en una conversación entre un filósofo que defiende la felicidad como algo posible y, un joven que tiene un mundo caótico y un presente revuelto.
Lo que me gusto: creo que el Filósofo desde que entabla una conversación con el joven enmarca la relación en el respeto y en la absoluta certeza de que aun siendo seres humanos diferentes, son iguales; así que más que mostrarle su barita mágica al joven y ostentar su poder para resolverlo todo, todo, le plantea su postura dejando espacio para que sea el joven quien descubra sus razones y construya nuevas realidades.
Durante mi lectura yo que ya no tengo 20 años, me identifiqué con el joven y reconocí que muchas de las dificultades que tengo han sido en gran medida por mi necesidad de reconocimiento, el ego: siempre haciendo de las suyas. Y en este sentido, me hizo mella el planteamiento de que yo elijo no cambiar porque de alguna forma me resulta más cómodo, más práctico, eso ha hecho que mi condición se mantenga tal cual.
Me parece un excelente aporte que los autores rescaten la importancia de las relaciones interpersonales. Hoy cuando el mundo nos lleva a competir hasta degradar a los otros, hoy cuando el éxito tiene que significar para otros el fracaso, siempre viene bien recibir estas ráfagas de aire fresco que nos reconecten con lo que importa. A mí, me sirvió para concluir que más que preocuparme pensando en ser la primera, la más innovadora, la mejor; puedo disfrutar el proceso y divertirme a la vez que crezco. La paz mental que me ha dejado la lectura, la agradeceré sin duda alguna, por mucho, mucho tiempo.
A los autores les doy las gracias porque nos hacen caer en la cuenta que aún con la historia que ya tengamos escrita en el lienzo de nuestra vida, podemos reconocerla y hacer lo que mejor nos resulte para romper patrones y encaminarla.
Lo que no me gusto: Me resulto algo contradictorio que los autores quieran promover el sentimiento de comunidad sustentando su postura a cambio de controvertir y en cierta medida denigrar frente a la postura freudiana. Creo que el uso del lenguaje en general de los autores, no promueve este sentimiento.
Aquí quiero utilizar el aparte "No eres el Centro del Mundo": allí el filósofo dice que las personas que solo se preocupan de sí mismas piensan que son el ombligo del mundo, para ellas los demás son sencillamente gente que hará algo por mí. y que estas expectativa no siempre se verán satisfechas, porque los demás no viven para satisfacer nuestras expectativas. Cosa con la que estoy totalmente de acuerdo.
Creo que los autores han caído en el momento
"el psicoanálisis no ha hecho nada por mí, el psicoanálisis me ha decepcionado, el psicoanálisis ya no es mi camarada, es mi enemigo".
A lo que yo podría responderles en palabras del Filósofo: "Las personas que se creen el centro del universo acaban perdiendo a sus camaradas, más bien antes que después"
Como profesional de la psicología hay muchos autores de los que he leído. Conecto más con unos que con otros, pero no me siento con el derecho para invalidar los avances que han aportado a la humanidad. Ni más faltaba, no soy adepta del condicionamiento operante de Skinner pero da resultado es innegable, hoy por hoy se usa menos en humanos pero para adiestrar perros sigue siendo un Hit. No soy cien por cien seguidora de los planteamientos de Freud, me rallé mucho cuando leí acerca de su concepción de la histeria en las mujeres, pero por favor, los traumas sí existen, el pasado sí afecta nuestra vida. Decir que no a esto, es tan limitado como decir que como yo no nací en el siglo XX - por cierto, ese es mi siglo - los avances que la humanidad pudo hacer sin mí, no sirven de nada o sencillamente no son. Saber que conflicto de la historia hoy nos sigue significando una pesada carga, puede servirnos para reconducir.
No me creo con la autoridad profesional para tachar con tal crueldad todo el trabajo adelantado por Freud, hoy en día hay doctorados en psicoanálisis, y si existen, algún impacto positivo han de tener. Todas las vertientes psicológicas tienen su encanto y existe tal variedad de postulados como necesidades humanas. Esta que es mi postura, considero va más alineada con el principio del Filósofo protagonista del libro: que no sea conmigo, ok lo acepto, ya está; seré feliz simplemente con que sea y a otros les resulte.
Mi calificación: 4/5
eugespace_coach por recomendarme esta lectura, Gracias
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