Hola.
Hoy he venido a regalarles mi impresion de mi ultima lectura:
El libro lo escuche algunas vez en una reseña de no recuerdo que canal, me gustó mucho el tema que alcance a entrever por los comentarios y, ¿a que no adivinan?, que me voy para la librería de los artilugios y lo he pillado a un precio muy razonable, el que he conseguido es en edición de bolsillo, con esta particular portada que me ha enganchado. Como lo menciona Renne en una de sus intervenciones: Paloma es sin duda una jueza de la humanidad, esa mirada, vamos oh por Dios, que mirada!!
La estructura del libro es muy por el estilo de divergente, en un capitulo habla Renne - o digamos que no habla porque son una serie entrelazada de soliloquios – y en el siguiente el turno es para Paloma. Es totalmente evidente que quien dio vida a este libro Muriel Barbery, tiene una amplia relación con la filosofía, de hecho es su formación y deja claro que le fascina. Y he de atribuirle que gracias a su amor por el arte en todas sus manifestaciones nos involucra en una danza que a mí en lo personal me resulto apasionante.
Lo más que puedo decir de sus personajes es que las dos mujeres dejan ver durante toda lo trama un resentimiento muy profundo hacia las personas que de alguna manera han dejado huella en sus vidas, pero más que eso me parece que es una crítica implícita en cada intervención a la diferencia de clases y a este afán algo ridículo de jactarnos en medio de la ostentosidad mientras muchas otras personas sobreviven tan solo despegados por un ápice de la absoluta miseria.
El personaje que se lleva sin duda mis aplausos es un hombre, cosa poco frecuente porque el general de los protagonistas de las historias que me permito leer son mujeres, es sin lugar a duda Kakuro Ozu, ay es que no más su nombre me conmueve. Con este personaje que realmente tiene una participación muy pequeña logra sin duda Muriel dejar ese aroma oriental en el ambiente que evoca la sabiduría.
Lo bueno: es maravilloso
Lo malo: si. Doy la razón a quienes ya lo han leído, resulta poco creíble que una niña muy a la raya de su coeficiente intelectual se exprese y se comporte como Paloma.
¿Qué, si lo recomiendo?. Si, mi calificación es de 5 sobre 5. De hecho ya adorna mis estanterías. Pero debo aclarar que por su tinte reflexivo has de pensarte como lector que gusta en algo de la filosofía, que sino asumes el riesgo de aburrirte, cosa que sería una verdadera lástima!!
Hoy he venido a regalarles mi impresion de mi ultima lectura:
El libro lo escuche algunas vez en una reseña de no recuerdo que canal, me gustó mucho el tema que alcance a entrever por los comentarios y, ¿a que no adivinan?, que me voy para la librería de los artilugios y lo he pillado a un precio muy razonable, el que he conseguido es en edición de bolsillo, con esta particular portada que me ha enganchado. Como lo menciona Renne en una de sus intervenciones: Paloma es sin duda una jueza de la humanidad, esa mirada, vamos oh por Dios, que mirada!!
La estructura del libro es muy por el estilo de divergente, en un capitulo habla Renne - o digamos que no habla porque son una serie entrelazada de soliloquios – y en el siguiente el turno es para Paloma. Es totalmente evidente que quien dio vida a este libro Muriel Barbery, tiene una amplia relación con la filosofía, de hecho es su formación y deja claro que le fascina. Y he de atribuirle que gracias a su amor por el arte en todas sus manifestaciones nos involucra en una danza que a mí en lo personal me resulto apasionante.
Lo más que puedo decir de sus personajes es que las dos mujeres dejan ver durante toda lo trama un resentimiento muy profundo hacia las personas que de alguna manera han dejado huella en sus vidas, pero más que eso me parece que es una crítica implícita en cada intervención a la diferencia de clases y a este afán algo ridículo de jactarnos en medio de la ostentosidad mientras muchas otras personas sobreviven tan solo despegados por un ápice de la absoluta miseria.
El personaje que se lleva sin duda mis aplausos es un hombre, cosa poco frecuente porque el general de los protagonistas de las historias que me permito leer son mujeres, es sin lugar a duda Kakuro Ozu, ay es que no más su nombre me conmueve. Con este personaje que realmente tiene una participación muy pequeña logra sin duda Muriel dejar ese aroma oriental en el ambiente que evoca la sabiduría.
Lo bueno: es maravilloso
Lo malo: si. Doy la razón a quienes ya lo han leído, resulta poco creíble que una niña muy a la raya de su coeficiente intelectual se exprese y se comporte como Paloma.
¿Qué, si lo recomiendo?. Si, mi calificación es de 5 sobre 5. De hecho ya adorna mis estanterías. Pero debo aclarar que por su tinte reflexivo has de pensarte como lector que gusta en algo de la filosofía, que sino asumes el riesgo de aburrirte, cosa que sería una verdadera lástima!!
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