Dentro de mis pasiones aún tengo muchas cosas que confesarles, creo que no les había hablado nunca de mi gusto por la poesía, ¿no? Así es, no les había hablado de este gusto a destiempo quizá, porque en el mundo que hoy nos embarga, no es habitual, popular o masivo el consumo de poesía, es más me atrevo a decir que somos pocos los que nos quebramos antes este juego de palabras emotivo y encantador:
Yo confieso que me encanta leer poesía,
Yo confieso que alcance a tildarme de poeta por allá en mi más tierna adolescencia,
Yo confieso que me corteja Gustavo Adolfo Becker, pero me declaro presa de un amor platónico y sideral por José Asunción Silva.
En los albores de mi amor adolescente,
Me arrebataron el milímetro y la cordura los poemas de Ángela Botero,
Me despierta gran apego lo que escribió Benedetti,
Me resulta susurrante la pluma de Pablo Neruda,
Algo he visto de la poesía en portugués de Ángela Leite de Souza,
He leído quizá algún poema en italiano,
Tengo como mantra el Carmina Burana…con su Oh Fortuna!
Ahhh! Tantas, tantas palabras entrelazadas han hecho feliz mi alma, que he de pecar por no abrigar en mi lucidez, exacta cuenta, registro propio para tener el gusto de memorizarlas. Heme aquí, hablándoles de Poemas, caí en la cuenta de que no había en mis entradas un solo indicio de lo saludables que me resultan los versos.
A mi amado José Asunción lo conocí en tiempos de estudiante, llego mi vida en la flor de mis esperanzas, por el colegio tuve que indagar sobre su vida, visite su casa, que para mí fortuna queda a treinta minutos de la mía. Escave en su historia… y así, solo así, sin decir palabra, me enamoro perdidamente de ese misterioso romanticismo que su memoria me arranca. Padecí al descubrir el final de sus días, sentí tristeza al conocer del naufragio en el que perdió mucho de su trabajo, y como todos sus seguidores tendré siempre esta pregunta: Qué tipo de amor le profesaba a su hermana?, que movió su corazón, quien fue su única amada?
Ay me puse cursi, y he de aclarar, que hace rato deje de tildarme poeta… Entiendo de sensiblerías, me atrevo a suponer que me fluyen las palabras, pero a poemas firmados en mi nombre, me dije nomás hace rato… bueno por lo menos resolví no hacerlo público! Así que alegraos, seguramente cantaré en la ducha pero no creo que por hacerlo pueda llover, declamaré mis versos para mí y para aquellos que su desbordante amor les pueda dejármelo saber…
Y a qué viene todo esto, de la poesía, que introducción tan larga! El punto es que además yo confieso que suelo rehusarme a comprar literatura Colombiana… Mea Culpa, me hago responsable y asumo el resultado de mi desagravio, no todo, todo, tengo algo en mis estanterías, pero estos libros son contados… Paseando por mi librería de los artilugios vi una portada atrayente, su color blanco y el velum que la recubre, la hizo sobresalir de las demás vistas. He tomado el libro, lo he llevado conmigo a casa, su título El Ruido de mis Lápices, confieso que no caí en la cuenta de todo su contenido hasta que estuvimos con mi hija preparadas para ojearlo en la calidez de nuestro hogar…
Yo confieso que me encanta leer poesía,
Yo confieso que alcance a tildarme de poeta por allá en mi más tierna adolescencia,
Yo confieso que me corteja Gustavo Adolfo Becker, pero me declaro presa de un amor platónico y sideral por José Asunción Silva.
En los albores de mi amor adolescente,
Me arrebataron el milímetro y la cordura los poemas de Ángela Botero,
Me despierta gran apego lo que escribió Benedetti,
Me resulta susurrante la pluma de Pablo Neruda,
Algo he visto de la poesía en portugués de Ángela Leite de Souza,
He leído quizá algún poema en italiano,
Tengo como mantra el Carmina Burana…con su Oh Fortuna!
Ahhh! Tantas, tantas palabras entrelazadas han hecho feliz mi alma, que he de pecar por no abrigar en mi lucidez, exacta cuenta, registro propio para tener el gusto de memorizarlas. Heme aquí, hablándoles de Poemas, caí en la cuenta de que no había en mis entradas un solo indicio de lo saludables que me resultan los versos.
A mi amado José Asunción lo conocí en tiempos de estudiante, llego mi vida en la flor de mis esperanzas, por el colegio tuve que indagar sobre su vida, visite su casa, que para mí fortuna queda a treinta minutos de la mía. Escave en su historia… y así, solo así, sin decir palabra, me enamoro perdidamente de ese misterioso romanticismo que su memoria me arranca. Padecí al descubrir el final de sus días, sentí tristeza al conocer del naufragio en el que perdió mucho de su trabajo, y como todos sus seguidores tendré siempre esta pregunta: Qué tipo de amor le profesaba a su hermana?, que movió su corazón, quien fue su única amada?
Ay me puse cursi, y he de aclarar, que hace rato deje de tildarme poeta… Entiendo de sensiblerías, me atrevo a suponer que me fluyen las palabras, pero a poemas firmados en mi nombre, me dije nomás hace rato… bueno por lo menos resolví no hacerlo público! Así que alegraos, seguramente cantaré en la ducha pero no creo que por hacerlo pueda llover, declamaré mis versos para mí y para aquellos que su desbordante amor les pueda dejármelo saber…
Y a qué viene todo esto, de la poesía, que introducción tan larga! El punto es que además yo confieso que suelo rehusarme a comprar literatura Colombiana… Mea Culpa, me hago responsable y asumo el resultado de mi desagravio, no todo, todo, tengo algo en mis estanterías, pero estos libros son contados… Paseando por mi librería de los artilugios vi una portada atrayente, su color blanco y el velum que la recubre, la hizo sobresalir de las demás vistas. He tomado el libro, lo he llevado conmigo a casa, su título El Ruido de mis Lápices, confieso que no caí en la cuenta de todo su contenido hasta que estuvimos con mi hija preparadas para ojearlo en la calidez de nuestro hogar…
Que sorpresa! que emoción… Un libro de poemas, pero además para colorear y escrito por una joven colombiana: Carolina Jaramillo. Nos deleitamos con Cucarrón mi hija en cada una de sus páginas son bellos poemas, escritos al amor, cargados de esperanza, pero además de todo … dispuestos a tentarnos con el arte… Un libro de poemas para colorear, escrito por Carolina con nuestro huella, nuestro arte entusiasta:
Con mi hija hemos de compartir en las noches al son de los colores y el verso, tenemos que dejarnos algo para estos momentos maravillosos de madre e hija!; evaluando el alcance de mis propósitos la lectura y el arte… se ponen en una balanza: reseña o arte y el resultado es un maridaje perfecto, mejor que mejor. Letras cargadas de arte, decoradas con Amor!!
Ya les mostraré el resultado.
Con mi hija hemos de compartir en las noches al son de los colores y el verso, tenemos que dejarnos algo para estos momentos maravillosos de madre e hija!; evaluando el alcance de mis propósitos la lectura y el arte… se ponen en una balanza: reseña o arte y el resultado es un maridaje perfecto, mejor que mejor. Letras cargadas de arte, decoradas con Amor!!
Ya les mostraré el resultado.
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