Por 2014 leí el libro Objetivo Felicidad de Gretchen Rubín, me lo tome en serio y, creo que fue tal el nivel de prioridad que le di a este primer intento que fracase en el proceso. - ¡Un aplauso, bienvenidos sean todos los fracasos! - Con esto no quiero decir que no lo halla disfrutado, ¡por supuesto!, me lo goce, hice lo que bien se me dio la gana, no hubo limites, haber, sí los había, yo los pasé por alto.
Resulta que terminé por darme cuenta que la felicidad no es algo que se logra como retribución por correr con ahínco, velozmente y sin control. Del proceso me quedaron grandes experiencias, momentos que aún recuerdo y me producen verdadero gozo. Pero también debo decirlo, creo que perdí el control. tergiversé la frase de "tomate la diversión en serio", no medí las consecuencias de "darme un gustito" y, ... caí en quiebra: conocí lo que implica después de tener lo "suficiente" - nunca me ha sobrado, pero no me puedo quejar he tenido lo justo y necesario -, perderlo lo "suficiente" por incensaste.
A mediados de 2016 estaba barajando mis cartas, evaluando posibilidades, como se dice coloquialmente matando culebras... tapando huecos. 2017 lo empecé con más serenidad, por lo menos ya lograba conciliar el sueño. No tenía todo resuelto, pero por lo menos tenía una ruta demarcada que parecía tendría éxito. Pero "No todo bobo es de buenas". Hacia octubre de ese año perdí el empleo. Se terminó la ruta, me quede sin piso.
Han pasado ya tres años desde entonces. Aun respiro, mi situación no ha cambiado, creo que sigo aprendiendo.
Hablar de felicidad es algo peligroso, porque resulta ambicioso, además existen tantas definiciones del tema como personas vivas, lo que resulta haciendo de la Felicidad un tema complejo. Mi definición de Felicidad hoy implica estar bien, sentirme tranquila con lo que soy, agradecida con la vida de tal forma que pueda ver hacia el futuro, muy puesta en el presente, siempre con ojos nuevos.
Felicidad. Pese a mi fracaso - bien aventurados los que nos permitimos fracasar - insisto en el tema porque siento que como humanidad debiéramos hablar más sobre Felicidad, Paz y Amor y menos sobre guerras, tragedias y rencores. Sigo notando que la concepción generalizada de "Éxito" raya un poco con Felicidad, resulta común asociar éxito a posesiones y vanaglorias.
Yo creo que aún pese a mis circunstancias puedo ser feliz porque es mi derecho, la felicidad es una prioridad en mi vida, no me hace perezosa porque sigo en pie de lucha y me sostengo, no me hace egoísta porque vivo y dejo vivir. Además, creo que lograr un estado pleno de felicidad verdadero hace que la sensación no sea pasajera.
Me explico: en un poema Amado Nervo dice: _ "¿qué quieres? ¿por qué sufres? ¿Qué sueñas?, ¿Qué te aflige?, ¡imaginaciones que se extinguen en cuanto aparecen!"_. Me pasó con mis compras compulsivas, una vez las lograba esta sensación de alegría burbujeante amainaba o se iba, eso suele pasar cuando compramos libros, una vez hacen parte del librero en casa, pasan a ser otro más en la lista de pendientes por leer.
Ser feliz es encontrar en ti lo que nada externo puede darte, en palabras de Amado ¡Yo quiero ser como el agua: multiforme!
Aclaro pues que hoy día, el libro Objetivo Felicidad no tiene para mí una calificación distinta a la que supe darle con mi primera lectura, de todo se aprende en esta vida y, ese libro me enseñó a disfrutar del proceso, sigue danzando en mi cabeza la frase "actúa como deseas sentirte". Esconde una razón poderosa: Acción.
Resulta que terminé por darme cuenta que la felicidad no es algo que se logra como retribución por correr con ahínco, velozmente y sin control. Del proceso me quedaron grandes experiencias, momentos que aún recuerdo y me producen verdadero gozo. Pero también debo decirlo, creo que perdí el control. tergiversé la frase de "tomate la diversión en serio", no medí las consecuencias de "darme un gustito" y, ... caí en quiebra: conocí lo que implica después de tener lo "suficiente" - nunca me ha sobrado, pero no me puedo quejar he tenido lo justo y necesario -, perderlo lo "suficiente" por incensaste.
A mediados de 2016 estaba barajando mis cartas, evaluando posibilidades, como se dice coloquialmente matando culebras... tapando huecos. 2017 lo empecé con más serenidad, por lo menos ya lograba conciliar el sueño. No tenía todo resuelto, pero por lo menos tenía una ruta demarcada que parecía tendría éxito. Pero "No todo bobo es de buenas". Hacia octubre de ese año perdí el empleo. Se terminó la ruta, me quede sin piso.
Han pasado ya tres años desde entonces. Aun respiro, mi situación no ha cambiado, creo que sigo aprendiendo.
Hablar de felicidad es algo peligroso, porque resulta ambicioso, además existen tantas definiciones del tema como personas vivas, lo que resulta haciendo de la Felicidad un tema complejo. Mi definición de Felicidad hoy implica estar bien, sentirme tranquila con lo que soy, agradecida con la vida de tal forma que pueda ver hacia el futuro, muy puesta en el presente, siempre con ojos nuevos.
Felicidad. Pese a mi fracaso - bien aventurados los que nos permitimos fracasar - insisto en el tema porque siento que como humanidad debiéramos hablar más sobre Felicidad, Paz y Amor y menos sobre guerras, tragedias y rencores. Sigo notando que la concepción generalizada de "Éxito" raya un poco con Felicidad, resulta común asociar éxito a posesiones y vanaglorias.
Yo creo que aún pese a mis circunstancias puedo ser feliz porque es mi derecho, la felicidad es una prioridad en mi vida, no me hace perezosa porque sigo en pie de lucha y me sostengo, no me hace egoísta porque vivo y dejo vivir. Además, creo que lograr un estado pleno de felicidad verdadero hace que la sensación no sea pasajera.
Me explico: en un poema Amado Nervo dice: _ "¿qué quieres? ¿por qué sufres? ¿Qué sueñas?, ¿Qué te aflige?, ¡imaginaciones que se extinguen en cuanto aparecen!"_. Me pasó con mis compras compulsivas, una vez las lograba esta sensación de alegría burbujeante amainaba o se iba, eso suele pasar cuando compramos libros, una vez hacen parte del librero en casa, pasan a ser otro más en la lista de pendientes por leer.
Ser feliz es encontrar en ti lo que nada externo puede darte, en palabras de Amado ¡Yo quiero ser como el agua: multiforme!
Aclaro pues que hoy día, el libro Objetivo Felicidad no tiene para mí una calificación distinta a la que supe darle con mi primera lectura, de todo se aprende en esta vida y, ese libro me enseñó a disfrutar del proceso, sigue danzando en mi cabeza la frase "actúa como deseas sentirte". Esconde una razón poderosa: Acción.
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