Esto paso hace ya casi 17 años, hm... que locura!!! va pasando el tiempo y cuando caigo en la cuenta de que mi vida ha dado un giro de 360 grados, también tengo que decirlo parece que en el mundo, en mi país, en mi ciudad hay cosas que no tienen ni derecho ni revés... giran y giran como circo Beath, tal cual lo canta en una canción Fito Páez!
Hace muchos años cuando de adolescente me atrevía a proclamarme poeta, pensé que sería bueno dedicarle unas palabras muy sentidas a mi ciudad, no para exaltarla que va!!, quería recalcar que se me hacia fea, sucia y barata!!
Le obsequie mis palabras de forma resuelta, no hubo publicación, ni aplauso, que yo tampoco lo esperaba!!, pero al terminarlo me quedo una infinita sensación de paz, logré sacarme un clavito que me incordiaba el alma.
PASARON los años, abandone la época en que todo nos adolece, me hice mujer, madre, empleada, me hice psicóloga, me hice consciente, y deje de importunarme por las noticias que como aun sucede solo muestran infortunio tragedias y motivos de pesar, nunca más volví a leer columnas de opinión en los periódicos, jamás volví a ver tele, y cuando veía por las calles algo repulsivo, tomaba aire y me decía ¡tu relax, no eres tu, no es contigo!!
Sin embargo hoy nuevamente viene a mi este clavito que me incordia el alma, dícese de la cultura: es el conjunto de valores, costumbres, creencias y practicas que constituyen la forma de vida de un grupo especifico", esta por lo menos es la definición que más me convence, y se la debo a Terry Eagleton. Estos últimos días he sido victima de la falta de cultura, y nada que hacer esto es comprensible, lamentablemente esta mi ciudad, la que me adolece porque me vio crecer, no cuenta con una propia, en el resto del país, existe este "Grupo Especifico", en mi ciudad somos debo decirlo una mescolanza de Indiosincracias, estamos atestados de distintos modos de vida, creencias y pareceres, estamos inmersos en un desinterés motivado por el "yo no soy de aquí, así que ni me importa", nos quejamos de que el transporte publico en la ciudad es un fiasco, yo diría que el fiasco somos los pasajeros, somos de lo menos, menos. Manada de Avivatos que se enaltecen por estar cansado o enfermos, parranda de inconscientes que se envalentonan para defender sus derechos, bellacos sin verguenzas que nos ocultamos cuando nos hablan de deberes.
Pero he aquí la explicación de mis argumentos...
El bus urbano en mi ciudad esta ergonómicamente diseñado como se ve en la imagen:
3 vagones cuatro accesos, según la pagina oficial del sistema "tiene una capacidad 260 personas, mide 27.2 metros de largo por 2.60 de ancho y cuentan con características mecánicas avanzadas"
Digo yo una usuario de las de a pie que no tiene interés en generar grandes discusiones, promover un plantón o cacerolazo, o lo que es peor irme a puños o empujones en pro de conseguir una silla... si acaso tengo un interés elemental: lograr un viaje tranquilo y cómodo en la medida de las posibilidades que el sistema me ofrezca de mi casa al trabajo y del trabajo a casa:
A que se deberá esta actitud salvaje de pelearse por una silla, que diferencia existe entre un niño de 3 años y uno de diez, su condición les hace iguales son infantes, pero lamentablemente al de tres a punta de sarcasmos, pujas o indirectas aun es posible conseguirle puesto, a veces, solo a veces cuando el bebe corre con suerte o su madre esta dispuesta a dar la batalla por la comodidad de su hijo, el de 10, no la consigue y a el se suman los bebes que tampoco, y e ahí la razón por la que yo madre de una de ocho he resuelto sentarme en la única silla por la que nadie discute, bueno hasta ahora, el suelo sucio, y peligroso con tantas barreras de piernas humanas "El Suelo".
Por qué las personas de la tercera edad que viajan se proclaman vulnerables en el viaje, pero no lo hacen para causar violencia en sus casas, pasarse de tragos en alguna tienda de esquina, o dormir la siesta en plena misa vespertina de 7 am. Que les hace diferentes... yo huyo a las sillas azules, prefiero el suelo, porque no quiero que me juzguen como enferma o imposibilitada. Cuando las he usado lo he hecho atrevidamente por una razón, quiero leer, y así se lo he hecho ver a estos viejecitos que me han juzgado como mala ciudadana: Quiero leer, alguna vez uno me amenazo con llamar a la policía
Creo que la razón es sencilla, en este amasijo de ciudadanos sin historia lo que prima es el propio interés, solo ganar sin tregua, no permitir que nadie iguale este bienestar que resulta exclusivo no para el más bueno, ni para el más bobo, este bienestar de Viajero Urbano que solo gana el Más vivo.
Propongo optar por alternativas menos toxicas:
Al tomar el autobús resuelva dos asuntos:
1. Cómo entretener su viaje: música en audífonos quizá, lectura de pie: en una mano el libro, en la otra el asa que le sujeta para no caer ante los frenos o los huecos, chat por whatsapp sentado cómodamente en el suelo, eso si sin obstaculizar las zonas de circulación, o en pie, también se puede; logró puesto: relájese y disfrute, pero que este puesto sea resultado de el fluir natural en fila sin colarse, tirar el bolso o la lonchera para que nadie se lo gane, o empujar al colmo de la zancadilla para lograrlo.
2. Por favor hágase amigo de un absoluto y reconfortante silencio, a menos que venga con acompañante cierre su boca y solo atrévase a abrirla para dar las gracias, pedir permiso, decir por favor.
Ojala no hiera susceptibilidades, porque un un asunto cierto del que prefiero no hacer polémica es que el sistema de transporte en mi ciudad, tampoco es el más ayudador.
Kharmino
A que se deberá esta actitud salvaje de pelearse por una silla, que diferencia existe entre un niño de 3 años y uno de diez, su condición les hace iguales son infantes, pero lamentablemente al de tres a punta de sarcasmos, pujas o indirectas aun es posible conseguirle puesto, a veces, solo a veces cuando el bebe corre con suerte o su madre esta dispuesta a dar la batalla por la comodidad de su hijo, el de 10, no la consigue y a el se suman los bebes que tampoco, y e ahí la razón por la que yo madre de una de ocho he resuelto sentarme en la única silla por la que nadie discute, bueno hasta ahora, el suelo sucio, y peligroso con tantas barreras de piernas humanas "El Suelo".
Por qué las personas de la tercera edad que viajan se proclaman vulnerables en el viaje, pero no lo hacen para causar violencia en sus casas, pasarse de tragos en alguna tienda de esquina, o dormir la siesta en plena misa vespertina de 7 am. Que les hace diferentes... yo huyo a las sillas azules, prefiero el suelo, porque no quiero que me juzguen como enferma o imposibilitada. Cuando las he usado lo he hecho atrevidamente por una razón, quiero leer, y así se lo he hecho ver a estos viejecitos que me han juzgado como mala ciudadana: Quiero leer, alguna vez uno me amenazo con llamar a la policía
Creo que la razón es sencilla, en este amasijo de ciudadanos sin historia lo que prima es el propio interés, solo ganar sin tregua, no permitir que nadie iguale este bienestar que resulta exclusivo no para el más bueno, ni para el más bobo, este bienestar de Viajero Urbano que solo gana el Más vivo.
Propongo optar por alternativas menos toxicas:
Al tomar el autobús resuelva dos asuntos:
1. Cómo entretener su viaje: música en audífonos quizá, lectura de pie: en una mano el libro, en la otra el asa que le sujeta para no caer ante los frenos o los huecos, chat por whatsapp sentado cómodamente en el suelo, eso si sin obstaculizar las zonas de circulación, o en pie, también se puede; logró puesto: relájese y disfrute, pero que este puesto sea resultado de el fluir natural en fila sin colarse, tirar el bolso o la lonchera para que nadie se lo gane, o empujar al colmo de la zancadilla para lograrlo.
2. Por favor hágase amigo de un absoluto y reconfortante silencio, a menos que venga con acompañante cierre su boca y solo atrévase a abrirla para dar las gracias, pedir permiso, decir por favor.
Ojala no hiera susceptibilidades, porque un un asunto cierto del que prefiero no hacer polémica es que el sistema de transporte en mi ciudad, tampoco es el más ayudador.
Kharmino
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